Gerard, muy enfermo, solo aceptaba un médico francés. No fué fácil encontrarlo. Un doctor y una consulta muy pintorescos




Gerard, muy enfermo, solo aceptaba un médico francés. No fué fácil encontrarlo. Un doctor y una consulta muy pintorescos




Nos detuvimos porque Gerard estaba enfermo. Totalmente imprevisto. Yo lo pasé muy bien con aquella señora, pero casi rompimos el viaje



Entramos de noche en ese desierto donde la gente se pierde de día. Y , claro está, nos perdimos.






La bola del Sol aparece redonda sin un solo reflejo alrededor. Se va elevando en el paisaje creando sombras sin perder su forma, hasta quemar la piel.




En el Sáhara, arena y más arena, no hay ninguna orientación. La frontera y el país vecino pueden estar en cualquier lugar. No sé cómo encontramos el puesto fronterizo
En rel den



Subimos hasta 2 ó 3000 metros de altura. Mucho frío y una vista panorámica del Sol desertico apareciendo entre picos







Por fortuna nos detuvimos a tiempo y no caímos en el mismo hueco de arena. Los sacamos a tirones

En pleno Sahara, los Tuareg celebraban. Increíble. Nos unimos a la fiesta como Pedro por su casa.




































